Laura Milano, nuestra invitada de hoy. Esta joven italiana nos contará su travesía por Colombia, sus sensaciones al visitar estas tierras y mucho más.
¿Quién es Laura Milano?
Esta italiana nació en una pequeña ciudad del centro del país, pero la que la «adopotó» fue Bologna. Es profesora de lenguas extranjeras y ama conocer nuevas culturas alrededor del mundo. Su gran pasión con los viajes y de esta manera descubrir otras tradiciones, probar diversa comida, escritores, etc. «Cuando viajo, de vez en cuando, me gusta también escribir mis reflexiones sobre lo que vi y viví y cuando estoy nostálgica me encanta cocinar», confesó Milano.
¿Por qué Colombia?
A Colombia precisamente me llevó una oportunidad de trabajo, o sea me contrataron como docente de Italiano en el Colegio italiano L. Da Vinci de la ciudad. El sueño de ir a vivir por un rato al otro lado del mundo empezó con los cuentos de mi abuelo, que vivió 3 años en Venezuela. Creciendo decidí estudiar lenguas y culturas extranjeras y en particular a la universidad la cultura hispano-americana. Con lo cual, cuando vi en internet la oferta laboral en Bogotá por parte del Colegio, no me lo pensé ni un minuto. Y afortunadamente todo salió bien y ahora me encuentro acá viviendo esta maravillosa experiencia.
¿Qué dudas tenías antes de viajar al país?
Antes de llegar a Colombia tenía algunas dudas y algunos miedos. La verdad es que lo que me preocupaba más era la seguridad porque una mujer europea está acostumbrada a otro tipo de libertad. Y tenía algunas dudas sobre cuanto, más o menos, estaba desarrollado el país y otras más pequeñas concernientes la lengua (porque en Europa te ensenan el castellano), sobre el clima, el soroche y la asistencia médica. Y obviamente el miedo de extrañar, sobre todo al principio, mi país y mis afectos.
Y ahora…
Ahora tengo una imagen de una Colombia más hermosa de lo que me esperaba. O sea, no podía imaginarme tantas bellezas naturales y la hermosura de algunos pueblos. Esta «Macondo» también me impresionó por su vitalidad, su manera única de mezclar los ruidos urbanos a la armonía de los cantos de los pájaros, de confundir las canciones de salsa, cumbia o reggaetón con los gritos de hambre de los pobres.
Con eso también quiero decir que se destacan algunos temas sociales, de las diferencias y de la pobreza, que no pueden dejarte indiferente.
Tus lugares favoritos
La verdad es que disfruté bastante de las joyas de este país y, como me gusta viajare, visité muchos barrios, museos y rincones de Bogotá, pues la laguna de Guatavita, Villa de Leyva, Ràquira, Barichara, el eje cafetero, la Valle de Cócora, Medellín, Guatapé, la piedra del Peñón, Santa Fe de Antioquia, Cali, el Desierto de la Tatacoa, las esculturas de San Agustín, Cartagena, San Andrés, Santa Marta y el parque de la Tayrona.
Ahora, ¿la comida? ¿te gustó?
Los platos colombianos que más me gustan son en absoluto el ajiaco, las empanadas con carne y papas, la lasaña de plátanos, el pescado frito con arroz de coco y los patacones. Como dulces, mi favorito es el alfajor y en general la fruta y los aguacates acá son increíbles.
