Una de las estaciones más grandes e impresionantes de Europa es la Estación Central de Milán. Posee una mezcla de estilos, destacándose el art nouveau y el art déco.
Estación Central de Milán, una majestuosidad en Italia
Es una de las estaciones de ferrocarril más importantes de Europa. Se trata de una terminal ferroviaria que se inauguró formalmente en 1931 en reemplazó a una antigua estación de tren construida en 1864 que se había vuelto inadecuada debido al importante aumento de pasajeros.
Esta estación es la principal de Milán y la segunda en Italia, después de Roma – Termini. Es aquí donde los trenes, autobuses y el metro de la ciudad convergen para permitir que los pasajeros viajen por la ciudad de manera más fácil. La Estación Central de Milán está situada en la plaza Duca d’Aosta al final de Via Vittor Pisani.
El edificio fue construido por Ulisse Stacchini entre 1927 y 1931. Combina elementos modernistas y art déco con una monumentalidad en la que predominan las esculturas que Benito Mussolini mandó hacer cuando asumió su cargo como primer ministro.
Diseño de la Estación Central de Milán
Ulisse Stacchini fue quien propuso una estructura masiva, inspirado en la Union Station de Washington, DC. El gusto artístico de Stacchini y su monumentalismo eclesiástico tuvieron una influencia significativa en el diseño, que también presenta varios elementos Art Nouveau. A lo largo de los años cambió en respuesta a las necesidades de la ciudad y la expansión de los servicios para los habitantes de Milán.
El proyecto masivo para reestructurar y mejorar los espacios esenciales se puso en marcha en 2005. Este proyecto se convirtió en una de las restauraciones arquitectónicas más importantes de Italia. Estaba preparado para la celebración de la EXPO Milán 2015.
Una estación muy concurrida
La fachada de la Estación Central de Milán mide 215 metros, y su zona central y nichos laterales tienen una altura superior a los 50 metros. Hoy en día el tráfico de viajeros es constante y los turistas se sienten atraídos por la asombrosa arquitectura y los altos techos de la zona.
Antes de entrar al interior de la Estación Central de Milán, donde se desplazan al menos 330.000 personas al día, hay que pasar por la Galería de las Carrozas, un espacio estrecho y cerrado que se accede desde el atrio.
Cientos de turistas se acercan a admirar su enorme cúpula hecha con techo de cristal y acero macizo, y paredes con paneles de azulejos. Así como las enormes columnas de hierro y vidrio que brindan soporte a las 24 plataformas donde hay un flujo continuo de trenes que van y vienen desde algunas de las principales capitales europeas y otras ciudades italianas. También, conecta con diez ciudades francesas o suizas, y los aeropuertos de Linate y Bérgamo Orio al Serio, mediante servicios de taxi.
En su interior encontrarás todo tipo de establecimientos, desde restaurantes hasta tiendas de ropa, servicios de renta de autos y centros de información turística.
