Las columnas de San Marcos y San Teodoro son un símbolo de la ciudad que desde hace más de 800 años han sido testigos de la historia de Venecia.
Columnas de San Marcos y San Teodoro
A la entrada de la Plaza de San Marcos se encuentran las columnas de San Marcos y San Teodoro de Venecia. Estas llegaron en barco en el año 1125 desde Tiro (actual Líbano), ciudad conquistada bajo el reinado del duque Domenico Michiel, que viajó a Oriente Medio con 55 galeras para ayudar a los cruzados. Aunque actualmente hay dos columnas, la leyenda dice que en realidad llegaron tres a Venecia.
En el siglo XVIII este era el lugar donde realizaban las ejecuciones públicas, por lo que los venecianos supersticiosos dicen que pasar entre esas columnas trae mala suerte.
Columnas de San Marcos y San Teodoro, símbolo de Venecia
Las columnas simbolizan a los dos santos patrones de Venecia: San Teodoro (también conocido como Todaro, en veneciano), que custodia la ciudad, y San Marco Evangelista, que se muestra como un león alado para simbolizar la Serena República de Venecia.
La columna de San Marcos está coronada por una escultura de bronce muy antigua que de seguro fue originalmente una quimera, una criatura mítica que se dice que tiene el cuerpo de una serpiente, el cuello de un dragón y la cabeza de un león.
Posteriormente, se modificó para adaptarlo al papel del león de San Marcos. Las alas en el cuerpo del león se agregaron después de colocar la estatua sobre la columna.
La otra columna es la de San Teodoro, a la que luego le añadieron cabeza, aureola, brazos, lanza y patas. El cuerpo de esta columna se deriva de una estatua de la época romana. La estatua que cuelga sobre la columna es una copia; el original se conserva a la entrada del Palacio del Duque para evitar un mayor deterioro.
El sistema que levantó a las columnas
Las dos columnas que llegaron a la plaza fueron puestas en el piso, por su gran peso no pudieron ponerlas de pie, sino hasta después de 47 años de su llegada en barco. Más adelante, Nicol Barattieri, un ingeniero lombardo, descubrió cómo levantarlos en 1172 .
Los venecianos en muestra de agradecimiento, le permitieron a Barattieri realizar actividades de juego de azar justo entre las dos columnas. Como resultado, Barattieri construyó el primer pequeño casino en Venecia.
El misterio de la tercera columna
Algunos afirman que esta columna nunca existió, mientras que otros creen que debería estar debajo de la plaza de San Marcos, dado que la ubicación de la plaza, que antes era una isla, era algo diferente. De hecho, el río Batario solía fluir por esta zona. Hay otra versión que afirma que esta tercera columna sí se levantó, con un horrible cocodrilo de piedra colocado en su parte superior, pero que la columna cayó al lago durante una noche.
En aquellos días, la plaza estaba en una isla llamada «Morso», a través de la cual el río Batario la dividía en dos partes: de un lado estaba la Basílica de San Marcos y la Iglesia de San Teodoro; por el otro, la Iglesia de «San Geminiano», hoy sede del claustro de los monjes. El Palacio Ducal estaba separado de la plaza por un canal, y al fondo estaba la laguna.
