El 6 de julio de 1986, el Papa Juan Pablo II visitó Colombia. Una peregrinación muy recordada por todos los creyentes. El también conocido «Papa viajero», pisó tierras cafeteras luego de una tragedia natural que marcó la historia del país.
La población de Armero, estaba ubicada a cerca 50 kilómetros del volcán que hizo erupción. 20.000 personas perdieron la vida, en una población que tenía 29.000 habitantes. La visita del sumo pontífice no pasó desapercibida en un momento tan doloroso para el país.
Discurso Juan Pablo II
La catástrofe que el volcán Nevado del Ruiz provocó, sobre todo en Armero y Chinchiná, conmovió profundamente mi corazón. A medida que me iban llegando las noticias de la tragedia, tantos muertos, tantas familias destrozadas, tantos hombres y mujeres desamparados, tantos niños huérfanos, junto con mi ferviente plegaria al Señor nacía en mi espíritu el deseo de visitar los lugares en los que se hallan sepultadas miles de víctimas.
Esperanza por Juan Pablo II
He venido para sembrar en vuestros corazones de creyentes palabras de esperanza: Sí, soy portador del Evangelio, que desde la fe proyecta su luz sobre el misterio del sufrimiento y abre perspectivas inconmensurables de consciente resignación, de ánimo, de paz.
Un mensaje de Juan Pablo II
Tras haber orado por las víctimas de la tragedia de Armero, he venido hasta Lérida para recordar y meditar con vosotros, damnificados y familiares de los que perdieron la vida, sobre el sentido cristiano y salvífico del dolor, que acompaña siempre al hombre, como la cruz acompañó Cristo y fue el fundamento de su glorificación.
Esfuerzos
Con vuestros esfuerzos y los de todos los colombianos, la ciudad que aquí surja debe representar un reto y una invitación a poner ya desde el principio los cimientos de una sociedad que crezca y se desarrolle según las exigencias de la civilización del amor, a la que me he referido durante esta visita pastoral a Colombia.
Un nuevo comienzo
Así como se están echando las bases para una nueva estructura urbanística, social, laboral etc., de la misma manera deberá cuidarse todo lo que mira al desarrollo integral de las personas, y particularmente a la necesidad de una proyección cristiana.
Armero, desde la vista de los expertos
“En efecto, se sabía un año antes (1984) que había una actividad y que el volcán podía hacer erupción, pero nunca que una erupción pequeña tuviese la capacidad de producir un evento en términos de flujos volcánicos tan grandes”, explicó Hugo Murcia.
El doctor de en geología de la Universidad de Auckland de Nueva Zelanda habló para la Agencia Anadolu en 2020.
Rompiendo mitos
“Se habla que la lava llegó hasta Armero. Eso es falso. En ese momento no salió lava del volcán. La lava, para nosotros, es cuando el magma, que es lo que viene ascendiendo y ocasiona la erupción, sale de una manera efusiva. Lo que ocurrió en el Nevado del Ruiz fue que dicho magma se fragmentó, se rompió en pedacitos y se produjeron piroclastos (material volcánico expulsado a través de la columna eruptiva arrojado al aire durante una erupción volcánica)”., dijo.
