El palacio maldito de Venecia guarda muchas historias escalofriantes sobre las desgracias que vivieron sus dueños.
Ca’Dario, el palacio maldito de Venecia
Venecia es una de las ciudades más encantadoras de Italia, sus canales y góndolas hacen de él un lugar encantador para los enamorados. De igual manera, su arquitectura asombra a miles de turistas que llegan hasta allí. Sin embargo, como muchas ciudades, también tiene su lado oscuro.
Existe un palacio en el barrio de la antigua aduana de Venecia que fue construido en el año 1487 por la familia Dario, reconocidos por ser comerciantes.
El nombre del palacio llevó por nombre Ca’Dario, y todos los que vivían allí empezaron a sentir los efectos de las desgracias. Numerosas muertes, suicidios y desapariciones misteriosas que se remontan a más de 500 años.
El lugar tiene tan mala reputación que muchos venecianos evitan acercarse al palacio, lo cual es increíble teniendo en cuenta lo popular que es entre los turistas, ya que una leyenda dice que cualquiera que visite el sitio pero no compre ni viva allí estará acompañado por suerte.
Leyenda del palacio maldito de Venecia
La maldición que, según cuentan los venecianos, cae sobre esta casa, está relacionada con que sus dueños se destruirán a sí mismos o morirán repentina y violentamente. Esta es la conclusión a la que han llegado por la serie de trágicas coincidencias.
Además, hay una frase grabada a la entrada que dice «Urbis Genio Joannes Darius», cuyo significado es «Giovanni Darío, al genio de la ciudad». Sin embargo, su anagrama se convierte en «Sub ruina insidiosa genero», que significa «Traigo ruinas a los que viven bajo este techo».
Los inquilinos heredados
Los primeros dueños de esta casa después de heredarla fueron Vicenzo Barbaro y Marietta, quienes inicialmente sufrieron la ruina financiera antes de morir simultáneamente: él se pegó un tiro en la cabeza y ella se suicidó. Su hijo Giacomo, que había heredado la propiedad de ellos, falleció en una emboscada en la isla de Creta.
Escándalo homosexual
A principios del siglo XIX, un británico llamado Rawdon Brown se suicidó con su acompañante dentro del edificio, debido al escándalo provocado por su relación homosexual. Asimismo ocurrió con el conde de Filipo Giordano, quien también fue asesinado en el interior del palacio por su amante, un marinero croata. Este huyó del palacio pero no de la maldición, ya que al llegar a Londres fue asesinado.
El dueño que no dormía dentro del palacio
La propiedad queda en manos de Christopher Lambert en 1974. Lambert es el mánager del grupo musical The Who. Decidido a no creer en el mal, optó por dormir fuera del palacio, en el salón de los gondoleros del cercano Hotel Gritti, para escapar de los fantasmas que lo perseguían dentro del edificio. Un día, cuando visitaba Londres, se cayó por las escaleras de la casa de su madre y falleció.
La desgracia de los Ferrari
El italiano Fabriccio Ferrari no creía en absoluto en la leyenda, así que decide comprarla y mudarse allí. Sin embargo, el hombre no lo disfruta mucho ya que muere en un accidente automovilístico. Más adelante, la propiedad es ocupada por su hermana, quien luego aparece muerta desnuda en un descampado.
